MALOKA: DONDE LA CURIOSIDAD ENCUENTRA SU HOGAR.

Esta vez voy a hablar de la experiencia que tuve en mi salida pedagógica a Maloka, solo que lo voy a hacer a base de una historia un poco dramática y que conllevara inicio, nudo y desenlace, al igual con tiene un antagonista ficticio pero los personajes sin son los verdaderos de la salida. Cabe recalcar que en la infografía hablo de la verdadera experiencia que tuve en MALOKA y de sus diferentes secciones. No siendo más esto es:

 "Aventura en Maloka: El Misterio de la Sala de Alta Tensión"

Era un día soleado en Bogotá, y Brayan, emocionado, se preparaba para su salida pedagógica a Maloka con el grupo 1003. Sus amigas Karen y Sofía lo acompañaban, mientras que Carolina, conocida como "La Negra", siempre tenía una broma lista para hacer reír a todos. El profesor Camilo, su entusiasta guía, les había prometido un día lleno de descubrimientos y diversión.

Al llegar a Maloka, el grupo se dividió en equipos para visitar las diferentes secciones. La primera parada fue el cine domo, donde quedaron maravillados por las imágenes que parecían envolverlos en el espacio. Después, se dirigieron a la sala de alta tensión, donde experimentaron con electricidad y aprendieron sobre circuitos. Sin embargo, algo extraño sucedió: al intentar encender un experimento, las luces parpadearon y un cortocircuito provocó que la sala se oscureciera momentáneamente.

Mientras todos intentaban entender lo que había pasado, Brayan notó una figura sospechosa en la esquina de la sala: un chico del grupo rival, llamado Felipe, conocido por ser un poco problemático. Siempre había tenido celos del grupo 1003 y ahora parecía estar disfrutando del caos que había causado.

El profesor Camilo rápidamente organizó al grupo y los llevó al corredor de anatomía, donde todos se distrajeron con los modelos de cuerpos humanos y aprendieron sobre el sistema circulatorio. Pero Brayan no podía dejar de pensar en Felipe y su posible conexión con el incidente. Decidió hablar con Karen y Sofía sobre sus sospechas.

A medida que avanzaban por las diferentes secciones evolución y experimentos físicos, zona retro, y sala de programación. Brayan notó que Felipe seguía apareciendo en los lugares donde ocurrían pequeños problemas: una computadora que no funcionaba o un experimento que fallaba. Era claro que no era solo una coincidencia.

Finalmente, mientras estaban en la cafetería, Brayan decidió enfrentar a Felipe. Con valentía, le preguntó si estaba detrás de los problemas en Maloka. Felipe, sorprendido por la confrontación, intentó negarlo, pero Brayan tenía pruebas: varios compañeros habían visto cómo él manipulaba algunos dispositivos antes de que fallaran.

El ambiente se tornó tenso cuando Felipe admitió haber querido arruinar el día del grupo 1003 porque siempre se sentía inferior a ellos. Sin embargo, en lugar de enojarse, Brayan propuso que trabajaran juntos para resolver los problemas técnicos. Al final, todos se unieron para ayudar a reparar lo que había salido mal.

A medida que el día avanzaba, el grupo 1003 logró disfrutar plenamente de Maloka gracias a su colaboración con Felipe. Aprendieron más sobre ciencia y tecnología de lo que jamás imaginaron. Al despedirse, Brayan sintió que habían creado no solo nuevos conocimientos sino también una nueva amistad.

Así terminó su aventura en Maloka: llena de drama, desafíos y lecciones valiosas sobre la importancia del trabajo en equipo y la empatía hacia los demás.

Infografía de proceso recortes de papel notas verde de Brayan Ospina